Shang Han Lun, Pi Wei Lun, Huang Di Nei Jing, Mai Jing, Ben cao Jing, etc
¿Alguna vez te has preguntado qué significa esa última palabra en los nombres de los considerados “textos clásicos” de la medicina china?
En general, aceptamos que los libros acabados en “Jing” o en “Lun” son ambos textos clásicos, es decir los textos fundamentales del corpus de la medicina china. Sin embargo, como es habitual en estos lares, esto no es del todo correcto.
Así que vamos a aclararlo de una vez por todas:
Jing: Clásico
Lun: Tratado
Estas dos expresiones tienen un significado diferente.
Cuando hablamos de un libro que se titula con la palabra Jing al final, hablamos de lo que solemos considerar como un clásico. En medicina china estos libros son llamados Jingdian (textos clásicos) y el concepto detrás de esta palabra es exactamente el mismo que el Jing del agua, es decir, el origen, la fuente, la esencia vital.
Estos libros fueron escritos por los que consideramos sabios o dioses de la medicina china y son libros que fundamentan el léxico y los conceptos clave de la medicina. Sin ellos (sin Jing) no puede haber vida, no puede haber una medicina.
Cuando hablamos de un libro cuyo título acaba en Lun hablamos de un tratado. Un tratado no es un texto clásico per sé, sino que es un texto que se desarrolla a partir de los conceptos básicos de los textos clásicos. Un libro escrito no por los maestros originales, sino por sus más avanzados discípulos. En estos libros la intención es explicar, a partir de la gran experiencia de sus autores, el conocimiento aplicado que han desarrollado a lo largo del tiempo a partir de los textos clásicos.
Decir que los tratados son complementarios a los clásicos tiene sentido cuando consideramos que los tratados no pueden existir sin los clásicos. Si un libro se refiere como tratado, sabemos que es una elaboración y anotación de los escritos en los clásicos.
Como complemento a este breve artículo, adjuntamos bajo estas líneas un pequeño extracto, traducido al español, del autor Liu Li Hong, que explica mucho mejor que nosotros esta situación. Esperamos que lo podáis disfrutar y que haya sido de ayuda en vuestro camino.
La última palabra en el título en chino «Tratado sobre el Daño por Frío y Enfermedades Misceláneas» es el carácter lun, traducido aquí como “tratado”. El concepto de lun era importante en la antigüedad china y era complementario al de jing, que hemos traducido como “clásico”. Para comprender el concepto de lun, primero debemos entender el concepto de jing.
¿Qué significa este término jing? En el contexto presente, jing sirve como una abreviatura de jingdian (“textos clásicos”). La Medicina China tiene sus clásicos (jingdian), el Taoísmo tiene sus clásicos, y el Budismo también. ¿Cuál es la importancia de estos “clásicos”? A menudo representan la máxima autoridad en un campo de estudio particular. El período en el que se escribieron los clásicos de una escuela de pensamiento tiende a representar la época dorada de esa disciplina. Este es un modelo de desarrollo diferente al de la ciencia moderna. Esta característica identificativa de los clásicos chinos determina que debemos recurrir a ellos para estudiar un campo específico.
Ya hemos discutido este punto con cierta extensión anteriormente. Los autores de los clásicos siempre son excepcionales. Por ejemplo, en el Budismo, el valor de todos los escritos budistas de autores posteriores a Sakyamuni no alcanza el de las enseñanzas de Sakyamuni. En el Confucianismo, encontramos lo mismo. Los escritos de Confucio y sus comentarios sobre el Clásico de Poesía (Shijing), el Clásico de Documentos (Shujing), el Registro de Ritos (Liji) y el Clásico de los Cambios (Yijing) son los clásicos confucianos. No se puede decir lo mismo de ningún trabajo de autores posteriores a él. Los clásicos son invariablemente escritos por el fundador de una escuela de pensamiento particular, nunca por los seguidores de esta. Los fundadores de estas escuelas son sabios. En el Confucianismo, solo Confucio es considerado sabio. Por lo tanto, a Confucio se le llamaba el “Supremo Sabio y Maestro Ancestral de Gran Logro”, pero aquellos después de él no alcanzaron la posición de sabio. A lo sumo, se logró el título de “sabio menor”, como en el caso de Mencio, quien fue menos que el sabio, un seguidor del sabio.
Después de que estos sabios dejaron el mundo, sus seguidores recurrieron a estos clásicos, los anotaron, expusieron sobre ellos, desarrollaron sus ideas y las elaboraron. Estas elaboraciones directas son lo que se llaman “tratados” (lun). Decir que los tratados son complementarios a los clásicos tiene sentido cuando consideramos que los tratados no pueden existir sin los clásicos. Si un libro se refiere como tratado, sabemos que es una elaboración y anotación de los escritos en los clásicos.
Ahora que hemos examinado los clásicos y sus autores en otras escuelas, queda claro que hay un fenómeno muy extraño en la Medicina China: Zhang Zhongjing, el autor del «Tratado sobre el Daño por Frío y Enfermedades Misceláneas», es considerado un sabio, pero el Emperador Amarillo y Qi Bo, los autores del «Clásico del Emperador Amarillo», el verdadero clásico de la Medicina China, nunca fueron elevados al estatus de sabios. Este fenómeno tiene sus razones. De alguna manera, Zhang Zhongjing rescató la Medicina China cuando estaba en peligro, y fue a través de sus obras que la Medicina China ha logrado sobrevivir hasta nuestros días. Sus contribuciones no deben ser ignoradas. Es por estas contribuciones que sus seguidores lo consideraron un sabio y lo elevaron al estatus de sabio.
El propio Zhang Zhongjing fue muy modesto. No añadió la distinción de “clásico” a sus libros, evitando el error que cometieron Huangfu Mi y Zhang Jiebin (dos autores que incluyeron la palabra “clásico” en el título de sus escritos).
Podemos utilizar otro enfoque para definir la relación entre “clásico” y “tratado”: la diferencia entre “sustancia” (ti) y “función” (yong), respectivamente. Los clásicos constituyen un sistema lingüístico, la sustancia de la cual se deriva la función, o la utilidad aparente presentada en los tratados. Sin la sustancia de los clásicos, no se puede lograr nada, así como nuestro intelecto fallaría si no tuviera un cuerpo sano que lo sustente. Así, la sustancia, el cuerpo, es la base. Del mismo modo, el uso de ese cuerpo, la función de la sustancia, es igualmente importante. Si tenemos un cuerpo pero no podemos usarlo, ¿cómo se revelará el uso o propósito del cuerpo? Si tenemos un cuerpo fuerte y sano pero nunca lo utilizamos, es algo sin sentido, nada más que un montón de carne y huesos.
La relación entre “clásico” y “tratado” es así tan vital como la relación entre “sustancia” y “función”, y entre el cuerpo y sus diversas acciones. Es evidente que para estudiar bien la Medicina China, debemos leer no solo los clásicos sino también sus discursos, los “tratados”.
¿Dónde se sitúa el «Tratado sobre el Daño por Frío y Enfermedades Misceláneas» en este esquema? Es tanto un clásico como un tratado; tanto un sistema lógico como una explicación de cómo se puede implementar ese sistema. Siendo este tipo de obra maestra, ¿no es un libro que debe leerse? ¿No es un libro en el que deberías confiar?
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